El Ayuntamiento de La Línea de la Concepción iniciará el próximo lunes 9 de marzo un programa piloto denominado Caminos Seguros Escolares, consistente en cortar al tráfico distintas calles del centro urbano con la finalidad de facilitar la entrada y la salida de los alumnos de los colegios linenses. La Delegación municipal de Movilidad Urbana, con la colaboración de las Concejalías de Seguridad Ciudadana y Educación del Ayuntamiento linense, iniciará el proyecto en el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Gibraltar antes de implantarlo en el resto de colegios de la ciudad. La elección del CEIP Gibraltar obedece a los muchos problemas de tráfico que se generan en los accesos al centro, tanto a vehículos como a peatones, dado que muchos conductores invaden los accesos peatonales generando un gran peligro de seguridad vial para los peatones y un caos circulatorio para el resto de automovilistas.
La medida, ya puesta en conocimiento del centro educativo, consistirá en cortar al tráfico la calle Gibraltar en las confluencias de las calles García Gutiérrez y Doctor Gómez Ulla, tanto a la entrada como a la salida del alumnado. El objetivo es impedir la circulación de vehículos en los alrededores del colegio, tarea de la que se encargarán agentes de la Policía Local linense.
La concejal delegada de Movilidad Urbana del Ayuntamiento linense, Raquel Ñeco, ha apelado a la colaboración de la ciudadanía, teniendo en cuenta que la medida de nueva implantación puede generar algunos atascos de circulación en la zona durante los primeros días. En especial, Ñeco ha solicitado la comprensión de los padres y madres de alumnos, quienes "deberán entender que esta medida irá en beneficio de sus hijos y el resto de usuarios, y repercutirá de manera positiva en la seguridad vial de todos".
Implicación de la comunidad escolar
El Camino Escolar Seguro es una vía de circulación preferente elegida entre los recorridos más utilizados por el alumnado. Su pretensión es que ir a la escuela sea una experiencia de autonomía y contacto directo de los niños con su entorno cotidiano, su barrio, sus gentes, utilizando modalidades de movilidad no contaminantes como son andar o ir en bicicleta. Para ello, es necesario implicar tanto a la comunidad escolar como al barrio en el que se encuentra la escuela con el objetivo de hacer de los trayectos vías de circulación y paseo más seguros para los escolares. Pero, para llevar a buen puerto el proyecto, es necesario reconocer el protagonismo de la familia, y por tanto, asegurar su implicación y participación activa.
Ñeco ha afirmado que "en su mano está en gran medida el romper el círculo vicioso de inseguridad por gran afluencia de coches, protección que produce acompañamiento en coche y que de nuevo crea más inseguridad. De este modo, entorno y las entradas a los colegios son cada vez más inhóspitos, insanos e inseguros para niños y adultos".
La Delegación municipal de Transportes y Movilidad Urbana, por el carácter transversal que la actuación requiere, ha creado un grupo de trabajo compuesto, además, por las Delegaciones municipales de Educación y Seguridad Ciudadana al objeto de establecer las medidas necesarias que garanticen unos caminos escolares seguros.
Se ha llegado a la conclusión de que una buena solución al problema podría ser la creación de itinerarios escolares seguros para el desplazamiento peatonal del alumnado y sus familias, reduciendo o eliminando completamente la presencia de vehículos privados en la puerta de los colegios.