Durante 2022 hubo 25 episodios denunciados de agresiones físicas o verbales a personal sanitario de los ámbitos público y privado durante el ejercicio de su labor asistencial por parte de pacientes, familiares o acompañantes, 15 menos que los alcanzados durante 2021. Las discrepancias con la atención médica han vuelto a ser el principal desencadenante de la violencia ejercida contra los profesionales agredidos y la Atención Primaria fue de nuevo el ámbito asistencial en el que con mayor frecuencia se ejerció esta violencia.
Del total de 25 agresiones comunicadas durante 2022, 17 correspondieron a colegiadas y ocho de ellas, a colegiados. Por edad, los episodios de violencia guardan similar incidencia desde los profesionales médicos menores de 35 hasta los 55 años. En seis de las denuncias se registraron lesiones y destacan en incidencia, por este orden, los insultos y vejaciones seguidos de las amenazas y coacciones. Tres de los profesionales agredidos requirieron de baja laboral.
Aunque la mayoría de estas agresiones se produjeron en el ámbito público, el 16% del total tuvieron lugar en el ámbito del ejercicio privado. Los meses de julio y octubre concentraron un mayor número de episodios de violencia y sobre la tipología del agresor, prácticamente se igualan acompañantes de pacientes y pacientes programados y no programados.
«Como sociedad, no podemos situarnos al margen, creer que no nos afecta y mantenernos pasivos ante la agresión a un profesional de la salud, ya que precisamente el rechazo activo y colectivo refuerza el aislamiento del agresor y nos identifica como ciudadanos comprometidos con el bienestar de la comunidad. Las agresiones a sanitarios suponen un grave atentado contra la relación médico paciente y compete a toda la sociedad combatirlas», ha explicado el presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Cádiz, Juan Antonio Repetto.